Arrasó, desapareció y ahora renace. Hablamos de Fred Perry, una de las marcas más míticas y de cabecera de la época en la que nuestros padres, tíos y demás disfrutaban de su juventud y las de nuestra edad acabábamos de venir al mundo. De hecho, si mal no recuerdo, mi padre llevaba un polo Fred Perry el mismísimo día de mi bautizo, ¡qué tío más elegante!. El caso es que después, como por arte de magia, esos polos y jerseys que tanto habíamos visto en las fotos desaparecieron. Y nunca más volvimos a saber de ellos, hasta hace unos años, que volvieron a primera plana.
Y como una es una fashion-victim creyente y practicante pues ¡allá que fui a por uno!
El color como podéis ver es espectacular y el tejido ni os cuento. Es ¡una pieza de época! no me extrañaría que fuera de las primeras colecciones. Me estoy viendo con él y unos pantalones vaqueros acampanados en la final del Roland Garros del próximo año, con mi Panama por si hace solito francés por la pista central.
Menos mal que el diseñador Ion Fiz no se me adelantó, que tengo entendido que le gusta la trastienda de esta tienda de telas tanto como a mí. Gracias Helen por llevarme hasta Rosita y gracias Rosita por llevarme hasta este nuevo templo de la moda vintage.
¡Ah que se me olvidaba! ¡8 euros que me costó!
No hay comentarios:
Publicar un comentario